Ocho relatos de Los mitos de Cthulhu, de Howard Phillips Lovecraft, interpretados por Alberto Breccia con adaptaciones de Norberto Buscaglia, editados por Ediciones Periferia, BA, 1975.
En una demostraciòn de virtuosismo y originalidad, Alberto Breccia recrea visualmente cada una de las narraciones con una tècnica artìstica diferente.
Es genial la versatilidad que AB fue practicando desde el inicio de su carrera, buscando conscientemente un perfeccionamiento que desencadenò su imaginaciòn y su talento.
En realidad habrìa que contemplar todas las pàginas de cada relato, porque el clima se mantiene e intensifica a lo largo de su desarrollo, pero, en fin valgan las presentes imàgenes como muestra y acicate para interesarse en esta obra.
12 comentarios:
Mas que uno de los grandes fue, y es, uno de los enormes.
Fantastico e inspirador ver su trabajo en cualquier ocasion.
El "Viejo" era un verdadero fenòmeno, y una màquina de dibujar inagotable.
Gracias por tu visita, Marcos.
¡Qué hermosura de trabajo! Breccia desborda genialidad.
Aún recuerdo el impacto que me produjo Informe sobre ciegos. Nadie podía haber plasmado como Breccia la locura del relato de Ernesto Sábato.
El de Lovecraft no lo había visto, dado que por España no es habitual.
Gracias por este regalo.
Foster, Raymond, de la Fuente, Giraud y ... Breccia, en cualquier orden, es igual. Son mi quinteto ideal, el Dream Team del comic mundial.
Anguloagudus, has iniciado aqui una cuestion interesante... quintetos ideales!
Vamos a ver, estamos muy de acuerdo de entrada con V de la Fuente y Breccia. Ya tenemos dos...
Desde luego que puedo estar de acuerdo con Giraud (no Moebius, que para mi es muy interesante pero un claro caso de lo que en ingles llaman 'overrating'), supongo que habria espacio alli para Hugo Pratt tambien!
De los clasicos mas que Foster o Raymond me quedaria con Caniff.
En fin, que voy a darle al boton de 'publicar comentario' y me vendran siete mas a la nombres mas a la cabeza!
Saludos a todos.
Ala! pues aun que sea en momentos puntuales de su carrera... A. H. Palacios! tenia que decirlo!
Coincido contigo, amigo Marcos. Caniff, Pratt y nuestro H. Palacios, ¡claro que sí!. Pero yo no quitaría a Foster y Raymond, que me parecen sublimes y referentes inexcusables para el cómic de todos los tiempos.
Convirtamos el quinteto en una docena de maravillosas estrellas.
Añado para ello a Eisner, Salinas y Hergé.
Me falta el número 12, pero tengo varios nombres...
Si yo tuviera que seleccionar por la calidad del dibujo (no incluyendo ponderaciòn del argumento o guiòn), mis cinco infaltables serìan:
Harold Foster, Josè Luis Salinas, Vìctor de la Fuente, Alex Raymond y Alberto Breccia.
Pero inmediatamente surgen otros nombres que "no deben quedar afuera" ( p.e. los "humorìsticos" MacCay, Uderzo, Sterrett, King...) y asì el nùmero se ampliarìa fàcilmente a una treintena (y màs tambièn).
Suponiendo un quinteto inicial y otro suplente, a la vista de lo que habéis indicado yo lo dejaría en:
Foster, Raymond, Caniff
Salinas, Breccia, de la Fuente,
Hergé, Pratt, Giraud
y el último no sabría cual poner.
¿Qué les parece Franquin? A mí me parece que completaría el segundo quinteto.
Magnifico Franquin. Gastón está entre las cimas del comic mundial y es un contrapunto `perfecto de Tintin. Y no digamos las Ideas Negras.
Está bien esto de las listas. me apunto!
A ver:
1)como dibujante puro y duro, de los de lápiz, plumilla y pincel, de los de talento torrencial y facilidad envidiable...no puedo elegir otro que al impar Víctor.
2)Como artista, es decir, como hombre comprometido con la búsqueda incesante de nuevas y variadas formas de expresión plástica en el marco de la viñeta, Breccia es el nombre por antonomasia, entiendo que a mucha distancia de los demás.
3)Y, como historietista completo, como alguien que roza la perfección por su inaudito dominio de todo el largo arsenal de posibilidades que el lenguaje del cómic brinda a quien pueda, quiera o sepa utilizarlo...no concibo duda tampoco: Alex Toth.
Para los otros dos puestos, ya me vienen varios nombres a la cabeza, y casi... prefiero declararlos desiertos.
En fin. Un abrazo, señores.
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