LEER y RELEER. El pequeño Nicolàs.

En 1972 aparecieron los dos tomitos de El pequeño Nicolàs, escritos por Renè Goscinny (famoso por su popular Asterix) e ilustrados por Sempè, conocido por sus chistes mudos (o casi), y los dos juntos realizaron una obra digna de ser un clàsico en su gènero.



Es el mismo Nicolàs (siete años, màs o menos) quien relata los episodios de sus aventuras, con sus amigos, su familia y vecinos. Aventuras que transcurren principalmente en la escuela, pero tambièn en lugares de vacaciones, en su hogar y el barrio.



A lo largo de la lectura, uno rememora vivencias propias y los personajes (tan reconocibles) adquieren sòlida veracidad.
Con un lenguaje infantil y objetivo, el texto descubre màs que lo que dice. Y los deliciosos dibujitos visualizan idealmente los relatos, los personajes y los ambientes.



Es un libro de lectura còmoda pues està compuesto de narraciones cortas, que provocan la sonrisa, suscitan recuerdos e incitan a meditar en ciertos usos y costumbres.
Y confieso que, desde hace màs de treinta años, sigo releyendo las historias del pequeño Nicolàs.